¡Martes de 2x1! 4 días para Halloween
Manuel y Elisa eran un matrimonio, que buscando tranquilidad, se habían cambiado a una cabaña cerca del pueblo que había visto nacer a los dos y en donde se habían conocido, buscando salir de la gran ciudad y enseñarles a sus 3 pequeños hijos lo que era vivir en el campo, compraron una cabaña que tenía mucho tiempo en venta, por muy poco precio, algo que fue importante para que se animaran a realizar dicha compra.
Dos de los hijos eran varones, que solo se llevaban un año, y la niña que era mucho más pequeña, siempre fue retraída, pero desde que habían llegado a la cabaña, fue mucho más, y algo que empezó a llamar la atención, primero de los dos hermanos y después de la madre y el padre, fue que la pequeña se quedaba por horas en una de las esquinas de lo que era su recamara, y siempre arañando la madera, como queriendo destruirla.
La pequeña de no más de 6 años, solo decía “ayúdame” y por las noches, se ponía a rascar la madera, algo que no dejaba de preocupar a todos los integrantes de la familia. La cambiaron de habitación, y parecía que todo cambiaba, pero en la madrugada, la veían que de nuevo entraba a la habitación, en donde se quedaba por horas y solo diciendo “ayúdame”.
Fue tanto el terror de los padres, que desesperados empezaron a investigar si había pasado algún acontecimiento en esa cabaña, y se dieron cuenta por personas del pueblo cercano, que en esa casa, un señor había dicho que a su hija la habían raptado y se buscó por semanas a la pequeña, sin poder encontrarla, al paso del tiempo el hombre había amanecido en el lago ahogado, todos pensaron que había sido por la soledad o la tristeza de la pérdida de su pequeña niña.
Pero nada era lo que parecía, ya que el hombre se había suicidado, por escuchar los lamentos de su hija, al conocer esto, los padres, empezaron a quitar las maderas que su pequeña hija arañaba y encontrando lo que esperaban, ahí estaba el pequeño esqueleto de la niña perdida, amarrada, al parecer por su padre.
Al encontrar esto, dieron parte a las autoridades rurales, y dieron por cerrado el caso que había pasado ya muchos años atrás, desde esa fecha, la niña nunca más volvió a decir la palabra “ayúdame”.
Cuando era niño mi familia se mudó a una casona vieja y enorme, de dos pisos, con espaciosos cuartos vacíos, y tablones que rechinaban.
Mis padres trabajaban así que a menudo me quedaba solo en casa después de la escuela hasta su llegada. Un día llegué un poco tarde, ya oscuro y pensé que Mamá estaría en casa.
-¿Mamá? (exclamé)
-Sí, estoy arriba (escuché decirme con su voz cantarina)
Subí las escaleras para encontrar en qué habitación se encontraba y volví a llamarla, respondió de nuevo con su inconfundible voz y seguí el sonido pues no podía ubicarme en la casona y el montón de cuartos, por alguna razón sabía que estaba al final y eso no me dejaba muy tranquilo, pero seguí avanzando pensando que al ver a mi Madre me tranquilizaría. Ya estaba por tomar la perilla y abrir la puerta cuando escuche la puerta principal de la casa abriéndose y a mi Madre con su peculiar voz cantarina decir: —¡Estoy en casa, cariño ya llegué!
Di un salto atrás y corrí a las escaleras a encontrar a mi Madre, pero cuando voltee, desde los primeros escalones, la puerta de la habitación se abrió lentamente, haciendo un quejido y por un breve instante… pude ver algo ahí dentro. No sé lo que era… pero me estaba mirando.
Daddy
¡Dulces pesadillas!
Bonus Terrorífico!
ResponderEliminarCuenta la Historia que según se dice es cierta, un ama de Casa vivía sola con su hijo en unos departamentos, la chica salia todas las tardes a trabajar y el niño en la escuela, sin embargo siempre ella pasaba por él al finalizar las clases, una tarde como cualquier otra mientras terminaban de comer, la chica coloco su Teléfono en la mesa y comenzó a ver la televisión, entonces su hijo vino y le pregunto si podía jugar con su nuevo teléfono.
Ella le pidió que no hiciera llamadas ni mandara mensajes, y el estuvo de acuerdo. Sobre las 11:20 de la noche, cuando empezaba a sentirse cansada, decidió meter al niño en la cama y acostarse ella también. Fue hasta la habitación del niño y vio que no estaba allí.
Fue hasta su propia habitación y vio que estaba durmiendo en su cama lo curioso es que el teléfono estaba justamente en la almohada contigua, como si alguien lo hubiese puesto ahí intencionalmente (seguramente el niño). Echando un vistazo al celular se percato de pequeños cambios como un nuevo fondo de pantalla, ventanas, etc… y se dirigió a la sección de imágenes.
Empezó a borrar las imágenes que su hijo había tomado con el celular, un par de selfies, un par de fotos de la habitación, el niño haciendo gesto en la cámara pero de pronto, llego a la ultima foto. Cuando la vio, no podía creerlo. Era una foto de su hijo... durmiendo en su cama... pero era como si la foto hubiera sido tomada... por alguna otra persona... situada por encima de el.
Lo que la mujer vio fue esto
http://www.subeimagenes.com/img/miedo-1504681.jpg
Felices Pesadillas, no olviden checar su Celular después de dormir!
Muy buenas las historias, también el bonus pero como yo soy toda una gallina con pico y plumas, ni de loca me atreví abrir el link XD quiero dormir bien, ahahaha.
ResponderEliminarSaludos.